domingo, 27 de febrero de 2011

Soneto de Garcilaso de la Vega sobre Apolo y Dafne

A Dafne ya los brazos le crecían
Y en luengos ramos vueltos se mostraban;
En verdes hojas vi que se tornaban
Los cabellos que al oro oscurecían
De áspera corteza se cubrían
Los tiernos miembros que aún bullendo estaban;
Los blancos pies en tierra se hincaban,
Y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
A fuerza de llorar, crecer hacía
El árbol que con lágrimas regaba
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
Que con llorarla crezca cada día
La causa y la razón por que lloraba!

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